jueves, 27 de noviembre de 2014

Trazas

Los que nos movemos por el proceloso mar de las alergias alimentarias tenemos claro el concepto de traza -->(RAE: huella, vestigio). La traza contamina cuanto toca y por eso hay madres que nos pasamos la vida lavando los cuchillos de la cocina, para que no quede nada de nada del alimento anterior. No solamente que parezca limpio, sino que realmente lo esté( en casos de alergia grave, te va la vida en ello). Para que no haya trazas de alérgenos en los alimentos, en las fábricas se trabaja con limpiezas periódicas, departamentos estancos, análisis rigurosos en los llamados puntos críticos. Si el producto está limpio, lo está totalmente. Si no, o contiene el alérgeno o trazas de aquél, que para el que es alérgico es lo mismo. O como me dijo una señora que trabajaba en un departamento de calidad, la diferencia está en qué clase de producto se quiere servir, en el compromiso con el consumidor.
Y me dirán que para qué este rollo. Dice Pujalte que Ana Mato solo es responsable de "comerse el jamón que le regaló a su marido el señor de la Gürtel". El jamón tenía trazas de ladrillo, así a simple vista, pero ellos insisten en que está bueno, que es bueno. Que el mundo entero nos envidia por las patas traseras de las cerdas. Pero contiene trazas, les digo. 
Muchos anuncios de contactos de los medios tienen trazas de esclavitud, de patriarcado. Muchos anuncios electorales tienen trazas de condescendencia, de cinismo. Algunas caridades saben a explotación en otras latitudes. Bastantes debates parlamentarios tienen trazas de mentira, de esa que hace que se te tuerza la cara mientras escuchas. Trazas de ignorancia, de cainismo, de falta de empatía: tóxico en todo o en parte y para algunos colectivos, mortal de necesidad. El jamón de Mato, comido con o sin desgana es la santificación de eso tan antiguo de que todo el dinero es igual venga de donde venga. Y no. Por eso a Errejón lo van a intentar crucificar, a ver si cuela que está contaminado, al grito de ¡son tan pecadores como nosotros!. Que les viene de perlas esta hermosa polvareda universitaria aprovechando la coyuntura de limpieza general. Humo y más humo. Ganancia de pescadores de surimi, que parece pescado pero no lo es. Los besugos y los jamones de verdad  a estas alturas  ya han sido facturados con la trazabilidad tapada con tipex.  
Ciertos comedores de jamón miran con preocupación los análisis de laboratorios independientes de ideas: la culpa es de ellos. Es lo que pasa cuando tienes tanto tiempo para pensar, que te vas a hablar con otro, con otro... lo que viene siendo un conato de manifestación virtual. Talmente como este jamón, que no tiene genealogía, que en realidad no existió, tan sólo testimonialmente. O sí.

2 comentarios:

  1. Los jamones venían bien atados con la correa perinente, esa que todo lo ha embadurnado de pata jamón negra tan negra como la plaza de garaje que no se veía ni a un Jaguar. Cosas de los cargos públicos, mire usted como dios manda.
    Indignado ya no estoy, lo otro o lo otro no sé . O sí.

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