miércoles, 7 de enero de 2015

Qué triste

De todas las ramas del periodismo, la que más simpatía me inspira es la del humor gráfico. A diario repaso la tira de Ortifus, de El Roto, de Forges. Imaginen mi desolación al conocer que esos criminales, en nombre de lo que sea que ellos quieran, han asesinado a doce personas en el atentado contra  Charlie Hebdo, entre ellos los autores de aquellas caricaturas en las que se representaba a Mahoma, cosa impensable para estos intolerantes que han hecho lo que han hecho en el país que simboliza para muchos el espíritu enciclopedista, la mitología cinematográfica sobre la segunda guerra mundial en Europa y el reservorio de esa grandeur que hemos anhelado más o menos secretamente. Estoy con Pepe López Marín, que dice que es la hora en la que se apresurarán los que quieren secuestrar la libertad en nombre de la seguridad, en la que nos harán ver la amenaza en lo que ayer no lo era. La reflexión sobre la necesidad del estado laico, sobre la seguridad bien entendida también era urgente ayer. Hoy debemos tener contención porque hay una jauría dispuesta a caer sobre otras, y todas sobre los ciudadanos que no creemos en las fronteras, en la pureza de casi nada. Me da una tristeza inmensa, porque los humoristas gráficos eran los más libres de todos los habitantes de los periódicos. Mi deseo es que no les frene nada y que seamos capaces de protegerles y aislar a esos que creen que su idea del mundo es la única. Qué triste.

1 comentario:

  1. Muy triste, sí, pero intenta sonreír, que es así como ellos quieren que les recordemos. Murieron por eso, no les defraudemos.

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