Uno nace y llora: es la prueba de su apuesta por la vida. Se nace libre y ante eso no debiera haber prisión posible. A veces la vida, la mente o los genes se empeñan en encarcelarte, pero por dentro, aún sin saberlo, sigues siendo libre. A veces, todos los instrumentos de un personaje mitológico que se entretiene haciendo trastadas se confabulan para que te vayas dando contra los límites de la realidad escabrosa y diaria que supone la búsqueda de la uniformidad. Y la ira de Loki te alcanza. Tallas idénticas, ránking de inteligencia, movilidad estándar: toda la vida resumida en una rosca universa. Si encajas en esa rosca, eres normal.
A veces ocurre que un postulante a la presidencia como Pdr Snchz, además de perder las vocales pierde el sentido común en directo, e invita al público de una tele a que aplauda a una persona con síndrome de Down por hacer "bien" una pregunta. La pregunta, con mucha miga, iba sobre normalizar en los colegios. Y el candidato hizo exactamente lo que se lleva haciendo desde siempre de manera generalizada, ver una cárcel y no el alma libre de su interlocutor.
Pero eso no es mala fe, es la educación sentimental que hemos recibido basada en la lástima, seguramente una de las emociones más inútiles que se fomenta. Porque desde el corsé que a veces es esa diversidad que existe y todos acarreamos o acarrearemos en breve, sólo pedimos herramientas para hacer la vida más sencilla, dando a cada uno lo que precise para superar cualquier obstáculo posible.
El mundo retrón, que diría Pablo Echenique, está lleno de momentos hilarantes (olvidemos los muy hirientes) protagonizados por personas que aún no han aprendido que esa situación que atraviesa el otro -temporal o definitivamente- es inherente al hecho de vivir. La condición humana se estropea día a día gracias a esas creencias que en algún momento de embriaguez nos hicieron sentirnos en lo alto de la colina. Siempre hay detrás una cumbre más alta, y nada más fácil que rodar ladera abajo.
Dicen que por fin, mañana, en las mañanas de Cuatro, emiten un clip en el que Belén Hueso, afectada por Ataxia de Friedrich, nos habla del corto "Esperando a la Ley", en el que ella misma nos cuenta este erial de la Ley de dependencia. Un tema que nos afecta a todos y frente al que no hay neutralidad posible.
Véanlo. Son mis amigas.
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