jueves, 30 de julio de 2015

Nubes




Esta tarde, sin ir más lejos, se han caído al mar unas nubes grises que son como crestas de olas prendidas del cielo.
El cielo comienza donde acaba la ola que no se mueve: algodón, nata, espuma, el beso magnético de esos dos hombre que se aman a la edad en la que se olvida que hay hombres que se aman, con alegría, como el juego de un pez o de un niño, como tú y como yo desde hace tanto.
El niño que va paseando mira al cielo desde su fuerte de arena: "dónde acaba el mar, papi?" Y el padre suspira: "allá lejos"
El fin del mar es el principio del cielo, hermoso y gris como esas nubes que ya se están cayendo sobre nosotros, y ríes otra vez.  
Se disgregan como mechas de algodón entre los pájaros. Vuelan buscando al pez que juega con el reflejo del sol, que resiste por encima de la arena...


Feliz agosto, nos leemos en septiembre ;-)

1 comentario:

  1. Pase por aquí (a menudo lo hago) i me prendé, más que otros días...de una nube. Gracias Angélica.

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