miércoles, 20 de abril de 2016

Viaje

Secun hace mucho que no sabe que es Secun, pero Encarna se lo recuerda.
-Secun, ¿nos sentamos ahí?
Y Secun va de su mano, titubeante.
-Secun era muy pincho, me sacaba a bailar siempre, y yo, me enamoré.
No sabría decir cuántos años tiene ella, pero da lo mismo porque para ellos el tiempo no tiene sentido. A Secun se le rompió el reloj y ella lo atrasa cuanto puede.
-Mi Secun está perdiendo la memoria, pero yo le recuerdo que soy su mujer, no sea que se vaya con otra...
Las manos de los compañeros no se sueltan un momento. Secun tiene temblores, y Encarna le serena pasando su mano por la espalda. No hay remedio mejor que el cariño para un náufrago que espera encontrar un punto de referencia. Para él todo es desconocido, pero ella le ancla.
-...Y ahora le ha subido la tensión, pero don Miguel le va a mandar algo y yastá, ¿verdad Secun?
A veces parece que él vuelve, es un instante. Mira a Encarna y sonríe.
-Guapa...
Entran al doctor y salen diez minutos más tarde con el remedio por escrito. 
-Secun, me tienes que recordar las pastillas, que no se nos olviden...
Encarna recuerda tanto por los dos que su conversación es pregunta y respuesta, porque lee en su cara el pensamiento que anda viscoso y perdido por laberintos de los que no se sale. Encarna dibuja su corazón en dos frases:
-Estás cansado... Vámonos a casa que allí no nos  molesta nadie.
El hombre sonríe con picardía y acelera un poco el ritmo de los pasos. Encarna se despide:
-Me voy con mi hombre...
El aire se queda estático y dulzón, con la sonrisa del hombre que por un instante ha tenido veinte años. A veces un anciano tiene veinte años. A veces viaja sin que lo sepamos advertir y confundimos su felicidad con nuestro miedo. Encarna tiene miedo porque no viajan igual de rápido, pero deja que él la arrastre, como cuando salían corriendo del baile y él la llevaba a un portal para darle un beso.

8 comentarios:

  1. Vivir por otro y para otro es el verdadero sentido que se le puede dar a la propia vida, sin renunciar a nada porque nada se necesita. Un relato muy hermoso

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  2. Te propongo el comienzo de un relato: Angélica combinaba las palabras con la maestría del druida que convierte cuatro briznas de hierba en un remedio mágico...

    Gracias. Bello, sensible, rotundo en su delicadeza. Gracias de nuevo porque estas líneas son un regalo.

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    1. Siempre tan generoso, Fermín. Si vieras cómo mira Encarna a su hombre...

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  3. Siempre nos llevas por la realidad de la vida, toda ella conducida con la maestría de la belleza de seguir viviendo con amor.
    Gracias.

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  4. Y usted, viene a casarse con mi hija, me pregunta JB, los ojos inundamos por la emoción del acontecimiento. E unha boa rapaza, lista, traballadora, moi boa filla...eu quería que casase cun médico, pero...
    - José B,estamos casados hace 30 años, ya tienes dos nietos..
    - Xa casastes...? Esta cabeza minha, dinde que tiven aquela embolia...
    Y Jose B, siguió barriendo el patio que jamás había barrido en su vida.

    Emotivo relato que nos recuerda el olvido...

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    1. Qué emocionante tu perla... El olvido que seremos... 😘

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