lunes, 27 de septiembre de 2021

De viaje

Hace unos años fui a una boda, y sirvieron una sorprendente milhoja de patata y bacon. En realidad era jamón york ahumado (aquí lo sorprendente), y el vino era tinto con gaseosa, pero tenía un abuelo italiano. Comimos con alegría, bebimos más de la cuenta, hablamos mucho y muy alto. Aquel día estábamos todos y a partir de entonces siempre faltó alguien. Hace años aquellos novios eran muy felices y yo lo he sido más viéndolos todavía juntos. Bendecidos por los hijos y por el tiempo, viajan a menudo por Europa y cuelgan fotos de sus sonrisas, las cabezas pegadas, las piedras de fondo.

Desde aquellos días en los que la gente se casaba y soltaban hasta palomas, mis amigos viajan y me incluyen en el lote. Me regalan músicas y atardeceres. Me cuentan historias que son como un ramo de flores frescas, vibrantes y emocionadas, me envían un instante maravilloso, me incluyen en sus bolsas de viaje, entre los pliegues de sus camisas. Me tienen en cuenta. Desde aquí, gracias.

Así he ido por Europa, por Asia, por América. Llegué al Polo Norte, escuché unas ballenas, vi la grandeza de ese mar remoto. Hay en todos los viajes ( o debiera) un propósito iniciático, una sed de descubrimiento, una redención pendiente.

Así, he visto Baden Baden, París, la Capilla Sixtina, cuyo techo está más lejos de lo que un cuello normal soporta. He escuchado las fuentes, he contemplado el arte, he olido las especias y hasta tengo, aunque quizá no debiera contarlo, un puñado de tierra irlandesa.

Desde aquí, desde mi butaca, gracias. A todos los que este fin de  semana me llevasteis de viaje. A los que me unisteis a un libro. A los que dais los buenos días con un amanecer glorioso. Hay días y ratos en los que esta pantalla es más grande, mucho más de lo que aparenta, y en esos planos de asfalto de las fotos improvisadas hay un camino pendiente que hago cada día tramo a tramo con cada uno de vosotros. 
Hoy me levanté y alguien regaló un rayo de sol, cálido, punzante. 

4 comentarios:

  1. Hermoso!!!
    Gracias Angélica por este relato.

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    1. Desde tu coche, cada mañana, me pongo en camino. Gracias por tu cariño 😘

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  2. Gracias Angélica. Ya ves, no hace falta más que prestarse los ojos los unos a los otros, podemos recorrer toda la galaxia! Al fin y al cabo viajar es ir recopilando emociones y estás, si se quiere y el otro corazón es receptivo, pueden transmitirse. Un besazo inmenso lleno de afecto.

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    1. Otro para vosotros. Os imagino en esos paisajes sobrios, juntos, felices. Gracias por dejarme ir con vosotros de viaje :-)

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