lunes, 27 de octubre de 2014

No sé si me explico

Medio en broma me pregunta:
-Defínase: ¿es usted de derechas o de izquierdas?
-Soy de los famélicos, a ver si se entera.
Y así vamos.
Antes era fácil este asunto, para los que querían etiquetarte rápido. Mi amigo tiene muchas y variadas teorías. Si encuentra chispeante la estética del traje de chaqueta es de derechas. También si va a misa, saca el santo,está a favor de que hayan reinas de las fiestas. Todo eso es muy de derechas. Antes. Ahora también hay votantes socialistas muy partidarios de la propiedad privada que quieren tener una hija con cancán y fru frú. Y diadema falsa. ¿Que cómo de grande? Como de boda gitana. Así de grande. Y votaron a Felipe, que a la postre no sé si decir que es de derechas, pero que se dejó parte del socialismo por el camino, sí. Ahora me llega otro hablando de los traidores. Ahí la izquierda es lo más. Empezando por los sindicalistas, terminando por los de las cajas. Ahí estaban todos, izquierdas y derechas. Y centros, y extremos. Todo por el trinque, que lo hubo. Tanto que inició un efecto mariposa que aún cruje en las costillas. Que si soy de derechas o de izquierdas... soy pobre, no más.
Dicen los que debieran disolverse rápidamente que viene Bolívar a caballo, y la momia de Lenin, y algún trotskista -de los trotskistas hablan así como con penica- y los antisistema, como si estar a favor de este sistema fuera bueno. Porque hay que ver los frutos que da. 
Luego viene esa parte de no somos todos iguales y los importante son las personas. Como un anuncio de una caja de ahorros de aquellas que tenían obra social. Las cajas de ahorros y los montes de piedad son muy de miseria. La miseria suele visitar más las izquierdas, o mejor dicho, qué te queda sino tender en la política a tu vida diaria de caja de resistencia. Resistencia, resistencia... eso es muy de izquierdas. Me dice mi interlocutor que la madre del cordero está en cuando los descontentos de derechas que han abandonado el partido adquieran un poco de bienestar "entonces se aburguesarán", me dice, mientras tanto harán frente común con quien sea. Piensa mi amigo de derechas de suéter sobre los hombros que todo es una cuestión de nervio, que el que no tiene nervio es de derechas "¿como tú?" "Como yo. Yo no tengo nervio para manifestarme y todo eso, a mí eso no me va". Piensa mi amigo que seguramente le va a ir toda la vida bien y que su condición de agitador, si es que la adquiere, será reversible. Le caló eso tan americano de la mala racha. Hay quien nace con mala racha y cree en la lucha de clases como en el evangelio, no le queda otra. A ese lo de derechas e izquierdas se le queda pequeño. Es más ético y sinvergüenza, competente e incompetente, social y antisocial... No sé si me explico...

5 comentarios:

  1. Es curiosa la disertación, porque a veces he pensado en ella. Vivo y me muevo en mundos de liberalismo, observo a la gente, de derechas y de izquierdas; trato con ambos bandos y en ellos se da siempre la misma conducta: si son de izquierdas llegan con su ideología intacta; todos los derechos a los obreros, que no le falte ni un céntimo en su nómina. Pasan los años, mejora su economía y empeoran sus costumbres: más horas, menos salarios, menos vacaciones...disculpas de nuevos liberales. He llegado por tanto a la conclusión de que el dinero iguala las ideas. O las anula. Han de estar muy introducidas en la piel con las primeras vacunas o se perderán enterradas en comisiones y en cambalaches.
    El hecho de haber nacido en el seno de una familia humilde, por ello seguramente maltratada por quien puede maltratar, es una inoculación de ideas que debieran dejar una cicatriz perenne.

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    1. Si es lo bastante profunda, la cicatriz no se va... Un saludo ;-)

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  2. Te explicas perfectamente, como sueles hacer en tus escritos.
    Angélica me vas a permitir que te diga que no se si soy de derechas, de izquierdas, de centro; te diré que vivo en un 3º Izquierda y eso si que lo sé, por la cuenta que me trae el poder tener techo y comida, que no se si es de derechas de izquierdas o de centro. Y otra cosa más me gusta ayudar a la gente en lo que pueda y decirles a los de derechas de izquierdas o de centro que me indique qué es lo que tengo que hacer cuando me están robando y creo que son los de derechas, los de izquierdas o los del centro. No se si me he explicado.

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    1. Totalmente, Javier. La honradez que anhelamos no tiene carnet. <8>

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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