miércoles, 25 de noviembre de 2015

Lo que me contaron hoy

Nuestras mujeres muertas, nuestros socios en la posible guerra, nuestras inundaciones, nuestras primeras nevadas. Una inundación. Una goleada. Hace frío, cada vez más.
Esto es lo que he visto y no descanso: hay una guerra global sin declarar y un feminicidio español, comparable en número a las víctimas de ETA (lo dijeron ellos, no yo), anclado en la parte de atrás de la conciencia, donde anida el miedo. Ambos dan para quitar el sueño, de hecho me lo quitan, pero es porque estoy mayor. Cuando no duermo pienso en que hay muchas otras cosas que hace tiempo que no me cuentan ¿será porque ya no ocurren? Se ve que dejaron de ocurrir esos accidentes donde niños chinos quedan encajados entre dos edificios. Tampoco pasa nada en Asia, en las fábricas esclavistas de ropa, ni en Corea del Norte, ni en Venezuela, ni en Cuba, ni tampoco hay tornados en EEUU, ni los polos se quedan sin hielo, ni se extinguen especies, ni  sabemos cuántos narcóticos consumimos al año. No se qué habrá sido de ese señor tan serio que analizaba nuestras angustias en las alcantarillas.
Tampoco están amenazadas las costas. El atún rojo. Los pollitos. Ay. 
Ni los toros sufren, sólo los ha puesto un dios sobre una loma para que sean parte del arte y del festival de un señor que va muy ceñido (eso es malo, seguro). Los universitarios ya tenemos trabajo o nos hemos muerto y los que encontraron trabajo en el verano ya están en la cola del paro, pero ya no salen en el boletín, sólo jefes vestidos con pelucas estrambóticas que hacen examen de conciencia y propósito de enmienda. Es lo que tiene una alocada y amable visión liberal de la vida. Voy a ponerme una peluca y vengo en una semana. Hilarante. Otra cosa es que haya economía sumergida y sobres y pasteleos. Ahora no, que hay guerra, que hay elecciones, que hay navidad. No hay listas de espera en las noticias, ni recortes, ni reclamaciones en las que el usuario obtiene resarcimiento. No hay tongo en ninguna oposición, ni cuesta dinero apuntarse a la bolsa de trabajo: nada, todo se ha solucionado. Dicen los que entienden de esto que hay que dejar dormir los asuntos y después una de dos: o se despiertan abruptamente, en cuyo caso tienen su momento de gloria, o se convierten en material de un pequeño reportaje que siempre va hasta el fondo del asunto, así nos lo publicitan. 
Los diamantes, el petróleo, el gas y el coltán. El sol que lo cubre todo y pudiera calentar a todo el mundo no está invitado al evento de las guerras petrolíferas. Los corruptores y los corruptos quedan eclipsados por Bruselas. En Bruselas no hay casi transporte, ni escuela. Carallo, como aquí en agosto. Aquí en agosto vas y te dicen que vuelvas en septiembre, que ya te traerán la pieza de Alemania. Doy fe que aún pasa, que termina julio y entramos en un letargo que dura al menos mes y medio. Ahora que llega la navidad y Alemania y Francia y Rusia tienen que hacer cosas juntos, ahora que por fin el papa está diciendo que todo es una puñetera mentira, ahora parece que nevó y hay gente que esquía. Incluso ví a una señora preparando una cesta de esas que regalaban las empresas, no sé si las recuerdan. Recuerdo que antes, en las noticias, había menos imágenes de gabinetes de crisis. O será eso, que nos saturan y entonces, ¡zas! nos mandan a votar. Y votamos. Por cierto, ¿qué hacen los helicópteros militares dando vueltas por el cielo esta semana? ¿Ruedan un remake de MASH? ¿Cuánto cuesta el combustible de un helicóptero? Tal vez un día de estos me lo expliquen en las noticias.

6 comentarios:

  1. Angélica, lo escribes también que es el mejor telediario que he leido, visto y entendido en mi vida.
    ¿por qué nos mienten tanto y tan continuamente?
    No nos dá tiempo ni a mudarnos de ropa interior. Es realmente un sin vivir.

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    1. Espero con ansiedad el post de mañana de Fani. Lo mismo salen las collejas de Mariano padre y los miguelitos. Por pedir... <8>

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  2. Las noticias cada vez son más irreales, que es lo que quieren hacernos creer. No vale cuestionar. Si pensamos nos metemos en un lío mental insoportable.

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    1. De ahí que el fútbol sea una fe, directamente... Un beso ;-)

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