miércoles, 8 de septiembre de 2021

Pauta

 

Mira los cables, parecen pautas de caligrafía. Están colgados en el cielo, como esperando que llegue un niño a escribir letras endomingadas y redondas. Mira los cables. Llevan calor y ruido, un susurro que es energía y fuego y que cuenta que la vida se paga por meses. Ahora ya no hay cables con palabras, pertenecen esos al mundo que ya se fue. Antes las palabras iban por los hilos como pasos de funambulista, ahora se esparcen al espacio, se proyectan como disparadas por un arquero, describiendo curvas en el aire, cayendo caprichosamente sobre nosotros, con sorpresa o alegría, con gravedad, con pereza. Palabras en el aire, como las que dejan los peatones que parecen lamer sus teléfonos. Hable al micrófono, dice la máquina, y nosotros obedecemos, como escolares afanosos. Nada queda de aquel pudor de esconderse en una cabina, temiendo que nuestros secretos fueran escuchados, malversados, llevados o traídos, cuando llamábamos a este o al otro, cuando los minutos de este o el otro fueron muchos y densos, estirados sin miedo al ridículo, esperados con auténtico delirio. Suenan las palabras en el aire, escritas con ondas que son olas, que son mar de suspiros y resuellos. Corre por allá una chica, lleva en el brazo el teléfono, ligado con una goma, escucha música, cuida su corazón, cuenta sus pasos. Diez mil pasos, cuarenta y cinco minutos, doscientas cuarenta calorías. ¿Sólo?, se dice con una decepción creciente. Pero te sientes mejor, dice otro que pasa. Moverse para sentirse vivo, seguir el tendido eléctrico hasta llegar a la rotonda que es el final o el principio de la vuelta a casa, que ha de ser por tu bien la mitad del camino. ¿Ahora corres? Camino. ¿Te lo mandó el médico? No, pero seguro que le parece bien. Claro, es por adelgazar, dice la esprínter. Ella huye de mi cuerpo como el que huye de una tos seca y laringítica, como el que sabe que puede ser contagiado por un mal inapelable. Corre y la pierdo de vista. 

Mira los cables. Al final de aquel camino se juntan con su silueta. Mujer electrizante sobre fondo azul. Hoy es miércoles y camino esperando una respuesta. Hay tres cables, luego es una pauta Montessori. 

La respuesta es que los niños aprendan a escribir. Siempre fue esa la respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario