domingo, 25 de abril de 2021
Casi
sábado, 17 de abril de 2021
Plan de jubilación
La comisión judicial encontró a
Beatriz en el sillón, con la tele puesta.
Enfrente de aquel cuerpo macilento una gamba tigre se contoneaba en la
pantalla, apenas rozando con las patas el fondo de un océano multicolor,
levantando pequeños remolinos de arena.
-Si no dejas de pagar la luz,
nunca estarás solo.
El aire era denso: polvo, hongos,
calle. Las ventanas estaban abiertas. La
vida se había paseado por su comedor durante los últimos cinco años. En esos
años yo me había graduado con un vestido prestado, había subido y bajado varias
veces, había encontrado un hombre bueno, pensaba en tener un hijo. Beatriz se
momificaba mientras mi vida iba a
velocidad punta hacia este día mismo. Hubo años en los que Beatriz fue también
alguien que buscó el amor, el éxito y la alegría. Las fotos dicen que tuvo una
familia hermosa, que fue como cualquiera de nosotros.
Parece dormida, tapada con una
manta dulce, casi de niño. Tiene los pies en un escabel, rodeada de cojines. Se
puso cómoda. Por su pantalla han pasado pumas y leones, ñus, cocodrilos y
medusas. Ahora mismo un pulpo protege a
su prole haciendo de cebo para los depredadores. Tal vez ella lo hizo en su
momento. Se respira paz en esta casa. Es bonita, con ese anacronismo del que no
tira casi nada, con ese querer retener el tiempo a través de las cosas. Alguien
me hace un gesto para que me acerque y lee una nota escrita con letra
primorosa.
“No me queda nadie, ni dinero, ni
ganas: eso es lo principal. Este es mi plan de jubilación. Mi marido no
compartiría mi decisión, pero ya no está aquí para convencerme. Si existe ese
cielo del que hablaba, no puedo perder un instante. Me gustó nuestra vida,
tanto, que no puedo tener nada peor que eso.
Encontrarán una caja vacía de
F*********. Estará en mi pelo y en mi
sangre.
Perdonen la puesta en escena, no
he sabido hacerlo mejor.
Beatriz”
Huele a eucalipto y a cocina. Es la
hora de comer para los vivos.
Envuelta en un sudario, baja en
andas la escalera. Los porteadores salvan las barandillas digiriendo la
decisión de la mujer.
-Mi plan de jubilación es morir
en prisión, que te quede claro.
lunes, 5 de abril de 2021
Puede ser
Puede ser que hoy -brisa, azahar, mariposas- sea el día señalado y cabalguen este viento fecundo unos versos de relleno en un poemario maldito.
Puede que hoy -pelo, nube, suspiro- alguien encuentre el oriente después de haber estado perdido, y aviste la playa como un náufrago exhausto que aún puede nadar.
Es posible -nervios, llantos, risas- que alguien haya rematado una pintura, una novela, un pastel irreal y perfecto, y sienta por un momento que todo tiene sentido.
Si eso ocurre -esperanza, plegaria, sacrificio- habrá algo en esta tarde que deje hueco a lo vivo, y corone los pensamientos de un niño que al fin despierta a las palabras, y ponga color a los días del que está solo y perdido.
Un gavilán, dos palomos, una tórtola. Un cielo sereno y feroz, una quietud que alberga un ataque inminente, una crisis, un éxtasis ya escrito.
Puede ser que hoy haya un lugar para decirnos que todo fue y será sin permiso, que somos solamente algo que flota, gozoso y lacerado, ahíto de dolor, sólo anhelo.