jueves, 25 de junio de 2015

Ver

Debajo de unos ojos que apenas ven hay una vida llena de historias.
Un baile.
Una cita.
Un día de calor insoportable.
Debajo de un parpadeo que nadie ve, hay una conversación soterrada.
Cuando se fue.
Cuando le ofendí.
Cuando me perdonó.
A veces, debajo de un gesto mecánico, hay un haz de recuerdos, atados con un bramante.
Y él se fue y no sé si volvería.
Y volvió y me moría de emoción.
Y fue tan feliz, tanto...
Parece que no le pasa nada por los ojos, pero ahí están, velados, temblones, perdidos en otro lugar.
Las manos no obedecen pero recorren hojas de calendario, deshojan flores, peinan a un niño de domingo.
A veces, los ojos no se abren, pero se mueven bajo los párpados. Entonces se está soñando con otro verano, con otros días, con palabras, frutas y nubes, con olores y sabores, con besos y despedidas.
La vida pasa varias veces por los ojos del que no ve. Y los que le acompañan no lo advierten y hablan demasiado fuerte y de cualquier cosa.
Imaginan la vida sin ellos, especulan cómo será. Aceleran el tiempo de otro mientras pierden el suyo: estupideces cuánticas, despropósitos sentimentales. Frialdades aprendidas y aplicadas sin anestesia.
Si puedes ver, ve. Si puedes sentir siente. Siente al otro, ve por el otro. 
Muere sólo por ti. 
Calla por todos.

4 comentarios:

  1. Es prosa hecha poesía ¿o es al contrario?
    Gracias

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    1. Gracias a ti por pasarte. Francamente no sé lo que es. Un abrazo, amigo <8>

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  2. Respuestas
    1. Igualmente compañero, saludos de mi prole. Nos leemos ;-)

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