martes, 29 de diciembre de 2020

Extranjera

 Me dice Ramona que si tanto nos importa el virus es porque compromete a la parte rica del mundo, que llevan los pobres muriéndose desde siempre de muchas cosas, y que hasta ahora apenas había preocupado a nadie.

Ramona viene de un estado fallido. Es indígena, mujer y pobre, y tiene en su cuerpecillo esa clase de valentía que yo no tendré nunca. Lo que para mí es soledad para ella es la tierra generosa que sólo se puede recorrer a caballo. Ir a urgencias no entra dentro de sus preocupaciones. Me dice que la casa más cercana a la suya está a cinco kilómetros. Su casa sigue siendo su casa. Si grito no me oyen, me dice.  Tal vez por eso habla despacio y muy bajo, como susurrando. A veces me deja caer que los españoles parecemos enfadados y desafiantes en nuestro tono, y seguramente es así. Ella nos ve como somos, seguramente. Se sorprende aún hoy, después de tantos años, de lo insípido de nuestros alimentos, de la tranquilidad de las calles.

No hemos hablado de la vacuna. Sé lo que me dirá: ¿llegará la vacuna a todas partes? Callará, como hace siempre. Es prudente pero no se puede ignorar su silencio. En él va toda una historia: la de todas las de su etnia, las de todas las que andan por aquí, peleando. Su gato da un par de vueltas y se acomoda, coqueto, entre los cojines. Ella es su humana, y ella lo ha aceptado. Me confiesa que tener un gato es algo que sólo aquí tiene sentido. Tenerlo para atesorar su ronroneo, para observar su vida aburguesada y limpia. Darle de comer para que no cace.

Estar con ella siempre es edificante: su risa al ver lo que yo llamo panela, el concepto de lo necesario. Su óptica es inmensa, su perspectiva amplia. Su mirada es profunda y limpia y yo, a su lado, sólo una niña pequeña. La vida nos la trajo y ahora está lejos, observando con paciencia las tiranías del mundo libre. Libre pero no tan libre, dice Ramona. 

Dicen los papeles que sigue siendo extranjera. Ustedes son extranjeros en mi país, dice, riendo. Tendrían que ver sus ojos cuando está alegre...


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