lunes, 20 de abril de 2015

Propuesta (es lunes...)

Acusaron de gris a Gabilondo y el tiempo demostró que  ese gris era mejor que el azul que vino después. Mejor para el alma, en cuyo negociado habita intelectualmente el ex ministro, mejor para el conjunto de la sociedad, que ha visto que la distancia que separa a un pobre de la universidad es como una de esas flechas que se perdían de vista en el límite de  +∞. Varoufakis nos deja impactados, pero no porque pudiera encajar en ese star system del que dice querer huír, sino porque en su discurso está la coherencia del profesor, del verdadero profesor que no es el que repite diez veces la misma cosa de la misma forma, sino diez veces con diez razonamientos diferentes. Y aquí estamos, escuchando los argumentarios. ¿Necesitamos que nos guíen personas que no pueden salirse de esos libros del profesor que tienen las soluciones? Me hago cruces, porque nuestros licenciados están trabajando en condiciones miserables mientras nos gobiernan los últimos de la clase. En unos casos es más evidente que en otros; hay gente competente, debe ser así aunque sólo sea estadísticamente, pero hay de ellos que no sé si sabrían hacer un comentario de texto decente, una de esas pruebas a extinguir por obra y gracia de la gaviota . En mi caso concreto, viviendo al sur de Alicante, los que me gobiernan no sé si eran los últimos, esa impresión me da, pero seguro que eran los que más dinero tenían para tomar café, los que hacían menos fotocopias, los que iban a todas las fiestas. 
Hay una mediocridad instalada en los altos cargos que no se puede negar. Los discursos lo evidencian, las genuflexiones también. ¿Ante quién se inclinan estos hombres tan mal amueblados? Recuérdenlo a la hora de votar ¿les han pedido perdón por hacérselas pasar moradas mientras se gasta en defensa un potosí? Todo lo que se fue en sus farras, sus chanchullos y sus experimentos, todo lo que se evaporó en reuniones ridículas que sólo sirvieron para recolocar sus propios tableros de ajedrez fue lo que faltó en otras casas. Ahora irán a esas casas -muchos ni eso tienen-  a estrechar sus manos, a decirles que son el eje de su preocupación. Intenten borrar al mediocre de su ayuntamiento, al aprovechado, al tibio. Limpiando ayuntamientos se limpian las diputaciones. Toda la estructura se compone de pequeñas dosis de realidad que está en nuestra mano administrar con intención quirúrgica. O dentro de un año estaremos otra vez fibrilando viendo al ministro griego, o poniéndonos vídeos de Pepe Mújica, ansiolítico de contrastada eficacia que yo combino con la música de Facundo Cabral. Él le hubiera cantado a los muertos sin nombre que querían llegar a Italia. Aquí estamos a otras cosas, como hacerle la jura de Santa Gadea a Rato. Así nos va.

2 comentarios:

  1. Se escucha a menudo en ambientes ultraliberales, yo lo he escuchado, que prefieren a un sinvergüenza antes que a un tonto.
    Y les sale sinvergüenza y tonto. El colmo...

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  2. Nadie inteligente tiene la osadía de perder el tiempo tratando de formar parte de un club de mafiosos, que es en lo que se ha convertido el panorama político. Porque hubo un tiempo en que a la política llegaban gentes con espíritu abierto y renovador. ¿Dónde està esa gente? Se fueron diluyendo con las golferías que veían a su alrededor, y se marcharon o sucumbieron.
    Ya no queda nada de aquello y no veo intención de que nada cambie. El Sistema se ha alimentado para hacernos pasar hambre durante muchísimo tiempo.
    Ojalá que no.

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