Ya sabes cómo es ella. Es como la alamanda. Se enreda en mi
corazón y casi lo asfixia, le da flores que lo perfuman. Lo llena de fresco, de
verde.
Ya sabes cómo es. Como la flor de cactus que dura un día,
hecha de papel de alas de mariposa, fundida en soles, brillando con chispas de
fragua en los ojos.
Ella es mi mujer. Digo que es mía y miento. Ella es libre
como la fragancia del jazmín, como la escama de la mariposa, como la lluvia que
entorpece sus alas.
Tal vez sea la lluvia yo, y ella, mariposa de papel
fragante, no pueda remontar el vuelo si lloro sobre sus alas.
Ya sabes cómo es ella. Nada la ata y transcurre por mi
corazón como una exhalación frutal:
mujer de besos lanceolados, de sonrisa púrpura, de mirada oceánica, de raíces hondas.
Ya sabes, no hace falta decir más. Ella es, sin más.
Por favor Angélica, puedes repetir "n" veces tú poesía? Acabo de redescubrirte y me he puesto a adorar tu texto sobre un precioso atril.
ResponderEliminarMil gracias por tan hermoso regalo!
Gracias, Jordi ;-) Abrazos
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