jueves, 25 de septiembre de 2014

Cosas que me sobran

A veces me pregunto cuánto necesitamos saber. Cuánto se nos ofrece de valor en lo que llamamos informaciones, cómo de lícita es la mitomanía cuando se refiere a barbaridades como la de Ciudad Lineal.
Con conocimiento de causa les advierto. No reconocerán a un pederasta después de haber visto varios especiales, varias reconstrucciones, varios espacios cuajados de truculencia. No podrán reconocer a un psicópata por la calle viendo un flash informativo en el que se aportan detalles como que un presunto criminal durmió como un tronco. No tiene remordimientos. Por eso hace lo que hace. Fin.

Para ver cosas feas están las redes sociales. Visiten -no me canso de repetirlo- el Blog de Marcelino Madrigal. Bloqueen gente. Penalicen  esos perfiles que fomentan la cosificación de las personas como objetos sexuales, rechacen cualquier forma de violencia, sean éticos en su manejo de la redes, filtren lo que ven sus hijos. Así sí que harán que el depredador que se agazapa detrás del teclado lo tenga más difícil. 

Me van a perdonar la pataleta, pero acabo de escuchar algo que no sé si podría digerir de ser la madre de una de las víctimas del pederasta recién atrapado. Y a mí no me he aportado nada, pero a velocidad supersónica en mi cabeza hay almacenado un dato que no me pertenece. Las víctimas, y más por ser menores tienen derecho a la intimidad, al honor... a la tranquilidad que puedan conseguir cuando consigan sanar todas las heridas, las visibles y las invisibles. 
Lo que no nos aporta nada valioso, no es información. Un detalle morboso ¿hará mi calle más segura? ¿Me convertirá en una educadora más eficiente? Me lo pregunto mientras escribo con una pena grande, porque esas familias -la de él, la de los niños- van a tener que aguantar que un desconocido les pregunte algo que les rascará el hígado, en riguroso directo. Y aún escucharemos desde el estudio como otras veces "gran reportaje, buen trabajo, compañero". 

2 comentarios:

  1. Excelentes consejos. Ocurre con los consejos que quien los necesita jamás les presta atención. Siento cada día náuseas ante varios programas; en alguna ocasión me he levando para ir a otra habitación a leer, a escribir...pero a veces la convivencia no permite gestos que puedan ser malinterpretados...
    El periodismos, cierto periodismo que tal vez no merezca tal nombre, ha perdido claramente el norte y convierte el pretendido servicio a la verdad, en el servicio al share o a la cuenta corriente.
    Curanderos que no curan y exigen la voluntad...

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  2. Totalmente de acuerdo. Gracias en nombre de las víctimas y las familias.

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